domingo, 13 de enero de 2013

APRENDIENDO A VIVIR CON LA GLORIA DE DIOS

Aprendiendo a Vivir de Gloria en Gloria
2 Cronicas 5 Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Cada vez que asisto a un servicio en la iglesia,voy esperando que la presencia de Dios se haga sentir en mi vida. Cada vez que comienzo a orar, comienzo a la expectaviva de que voy a sentir su calor abrazandome. ¿Como podria ser diferente? ¿Acaso despues de conocer su presencia, su uncion, podria desear o esperar algo menos? ¿Como solo orar por orar, o ir a la iglesia por ir, o cantarle por cantarle? No, para mi el Dios que me salvo es un Dios que me ama y que desea de mi presencia tanto y mas de como yo deseo de la de el.
El deseo no viene por sentir poder, o por sentir confirmacion, o para saber si me oye o no.
El deseo viene por su presencia, solo y simplemente, por su presencia. Asi como el que añora un abrazo del padre cariñoso.
Asi como el que extraña la voz del ser mas querido, asi me hace falta su presencia, asi necesito cada dia su cariño manifestado. La actitud de nuestro corazon es muy importante en el tema de la presencia del Señor. Si lees con atencion la escritura que trajimos al empezar este mensaje, notaras que la presencia de Dios lleno el lugar a consecuencia de lo que el pueblo se encontraba haciendo. Es mucho mas facil que el Espiritu del Señor llene a una persona que le desea y le busca con todo su corazon a que llene a una persona que se comporta en una forma de indiferencia. Dios quiere manifestarse en medio de su pueblo y lo quiere hacer con poder.
Pero el impedimento mayor de que el lo haga somos nosotros. Somos nosotros porque detenemos su mover con nuestras actitudes. Cuantas veces en medio de un servicio no hemos tenido que cambiar el programa para darle espacio al mover de su Santo Espiritu. No, el Señor no se mueve cuando estamos regañando al pueblo porque este no alaba a Dios. Ni tampoco cuando somos nosotros que estamos tratando de crear uncion con nuestro gritos o actitudes desordenadas.
El Señor se mueve cuando como pueblo hemos aprendido a darle ese lugar tan especial en cada servicio. Cuando cada vez que tenemos una reunion, la tenemos para el y asi actuamos, con el presente en todo lo que hacemos. Cuando estoy orando no debo hacerlo con la actitud de impresionar a alguien, debo hacerlo con un genuino deseo de que el reciba mi oracion. Cuando leo la Santa Palabra, no debo hacerlo como el que quiere regañar a alguien o demostrar cuanto conocimiento posee, sino con el deseo de que sea Dios mismo tocando los corazones por medio de las Escrituras. Cuando dirijo las alabanzas no lo hago como si fuese un cantante del mundo sino como un salmista que desea que su canto llegue a nuestro Padre como fragancia digna y agradable. Cuando pastoreo no lo hago por necesidad sino por amor, verdadero amor por las ovejas del Señor porque ninguna son de mi propiedad.
Cuando el poder de Dios se derrama en su pueblo, no hay que estar tratando de convencer a los demas de que El esta ahi, sino que su presencia es inconfundible. Toma una nueva actitud hoy y acercate al Señor en una forma diferente. Rindele hoy tu persona a el, deja que sea a su manera. Acercate con un corazon de adoracion, olvidate de los que estan a tu alrededor, busca hoy esa uncion del Señor que tanto deseas. Deja que esta vez el llene el templo, tu templo, el templo donde el Espiritu Santo hace morada! (Artículo tomado de Cristianobook)

No hay comentarios:

Publicar un comentario