viernes, 28 de marzo de 2014

DE QUE LADO ESTÁS? JOSUÉ 2





Para lograr éxito en nuestra vida lo fundamental es saber de qué lado estamos. Muchas veces podemos tener las condiciones, la capacidad, el conocimiento para lograr algo pero no lo podemos hacer porque sencillamente estamos del lado equivocado.
Estar del lado equivocado o con las personas equivocadas puede provocar la ruina en una persona. Si quieres llegar a ser una persona de éxito tienes que juntarte con personas de éxito o con personas que luchen y anhelen conseguirlo.


El adagio popular dice: el que se junta con lobos a aullar aprende. O dime con quién andas y te diré quien eres.


En este mundo son más las personas negativas que las personas positivas. La dificultad no se presenta en el problema. La verdadera dificultad está en como manejamos los problemas o cual es nuestra actitud frente a ellos.


Los hogares no se destruyen por los problemas, los problemas son parte de cualquier relación. Los hogares se destruyen por el mal manejo que se le da a los problemas.


Josué envió a dos de sus hombres a espiar la tierra. V 1 “Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.” Pero en realidad ese no era el problema, ellos sabían que contaban con el respaldo de Dios. El problema sería para la mujer dueña de esa casa. V 3 “Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra” qué hacer cuando ya el rey los había descubierto y le estaba dando una orden.


La mujer tomo la mejor decisión aunque un tanto arriesgada. Ayudar a los mensajeros de Dios. V 4 “Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran.”


La base del éxito es saber tomar la decisión correcta a un en contra de quienes no quieren que lo hagas. Hechos 6: 2 “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas”


El tomar buenas decisiones y el andar con las personas correctas hace que vivamos bien. No libres de problemas pero si tenemos la certeza de que podremos salir victoriosos.


Definitivamente el tomar la decisión de estar del lado de Jesucristo nos trae grandes beneficios.


1. Tenemos salvación para nosotros y tenemos la Esperanza que nuestra familia también lo puede ser.  12-13 “Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura;
2:13 y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.”


2. Tenemos respaldo de Dios y las cosas nos salen bien.14 “Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.”


3. Nos saca del anonimato. A pesar de transcurrir muchos años esta mujer era recordada por su fe. Hebreos 11: 31 “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”


4. Cristo nos dignifica. Más adelante esta mujer llegaría a ser parte de la genealogía de Jesucristo.  Mateo 1: 5 “Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí.”


Estar en contra o a lado de Jesucristo es tu decisión. Mateo 12: 30 “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”


 


Definitivamente estar del lado de Jesucristo es nuestra mejor decisión. El no va a quitarnos los problemas, pero si va a entrenarnos para poderlos resolver. Jesucristo tiene grandes cosas para ti, tu vida puede ser transformada de forma maravillosa solo anhela recibirlo  en tu corazón. 


 



martes, 11 de marzo de 2014

DE LA FURIA A LA LIBERTAD. Excelente película cristiana para disfrutar, analizar y meditar


sábado, 1 de marzo de 2014

¿SOBRE QUIEN ESTÁ FUNDADA LA IGLESIA?



El apóstol Pedro mismo explicó en la Biblia sobre quién se fundó la iglesia. Dijo que Jesús era la piedra fundamental: Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron y que se convirtió en piedra fundamental, y para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados (Hechos 4:11-12).
Con el fin de tener base bíblica para el papado, la Iglesia Católica Romana deja de lado numerosos pasajes como el mencionado arriba -que enseña claramente que Cristo es la cabeza y fundamento de la iglesia- y cita una parte pequeña de un pasaje del Evangelio de Mateo. No quieren darse cuenta de que, aunque la iglesia se hubiera fundado en Pedro, nada en este pasaje infiere que su posición fuera transmitida a los papas. Cito aquí ese pasaje, juntamente con algunos versículos que lo preceden y que nos ayudarán a entenderlo mejor.
Ellos dijeron: "Unos dicen que eres Juan Bautista; otros dicen que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas."
Jesús les preguntó: "¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?" Simón contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo." Jesús le respondió: "Feliz eres, Simón Bar-jona, porque no te lo enseñó la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.
Y ahora, yo te digo: Tú eres Pedro, o sea Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no la podrán vencer" (Mateo 16:14-18). En griego, el lenguaje original del Nuevo Testamento, Cristo llama "Piedra" (género masculino) a Pedro. Después dice, "sobre esta piedra" (género femenino) edificaré mi iglesia. ¿Cuál es la roca sobre la cual la iglesia es edificada? La interpretación católica común es que esa roca es Pedro, pero la diferencia de género hace que tal respuesta sea cuestionable. Luego, cinco versículos más adelante, Jesús reprocha a Pedro con tal severidad que lo llama Satanás. En el contexto mismo, entonces, es igualmente posible que la "piedra" sobre la cual está fundada la iglesia se encuentre en la declaración que hizo Pedro: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Si permitimos que otros pasajes de la Biblia, que se refieren al mismo tema, nos ayuden a decidir sobre quién está fundada la iglesia, encontramos que es Cristo. Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús (1 Corintios 3:11).
Sin duda Pedro debió haber comprendido si la iglesia estaba fundada en él o en Cristo, y escribió que era en Cristo: El dice en la Escritura: "Coloco en Sión una piedra de base, escogida y preciosa: quien cree en él no quedará defraudado." Así ustedes recibirán honor por haber creído. En cambio, para los incrédulos está escrito: "La piedra que rechazaron los constructores ha pasado a ser piedra de base"; y también: "Contra esta piedra tropezarán y contra esta roca caerán." Tropiezan en ella: esto se refiere a que no creen en la palabra; y en esto se cumple un designio de Dios (1 Pedro 2:6-8). Pedro comprendió que Cristo es la piedra angular, el fundamento de la iglesia, y en este pasaje obviamente se refiere a El.
Cristo mismo dijo: ¿No han leído el pasaje de la escritura que dice: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra principal del edificio? (Marcos 12:10). Los judíos entendieron que al decir esto, Jesús estaba declarando que era el Mesías de ellos, y puesto que no deseaban que El fuera su líder, inmediatamente trataron de matarlo y tropezaron en la piedra, tal como habían predicho las Escrituras. Más tarde lograron su objetivo, pero El resucitó de los muertos y llegó a ser la piedra sobre la cual fue fundada la iglesia. ¿Aceptará usted a Cristo como el fundamento y guía de su vida?
Retornando a Mateo 16:14-18, con este trasfondo bíblico parece claro que la piedra a la que Jesús se refirió no fue Pedro, sino su confesión: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Aunque esto no fuera verdad, y Pedro fuera la piedra sobre la cual se fundó la iglesia, todavía no hay razón bíblica para pensar que la autoridad de Pedro fue transmitida a otros, y que los papas son sus sucesores. Tampoco hay razón para creer que esta idea fue aceptada por la iglesia de los primeros siglos. En realidad, la idea de un "papa" se desarrolló gradualmente, y fue recién en 1870 cuando la infalibilidad del papa llegó a ser dogma. Aun entonces, dentro de la Iglesia Católica hubo una fuerte oposición a esa idea. Simplemente no hay fundamento sólido para la idea de que un hombre, aparte de Jesucristo, tenga sobre nosotros la autoridad que el papa dice tener, aunque haya buenas razones por las que él desee que lo creamos.
Asimismo resulta confuso que el papa relacione su supuesto derecho de autoridad, de infalibilidad y de hacer que otros se postren ante él, con el hecho de ser sucesor de Pedro. Este nunca declaró tales derechos. ¡Todo lo contrario! Cuando una persona intentó postrarse ante él, le dijo: Levántate, que también yo soy hombre (Hechos 10:26).
Además, Pablo consideró necesario reprender severamente a Pedro, no porque éste fuera infalible, sino porque había actuado mal. Pablo escribió: Cuando más tarde vino Cefas (Pedro) a Antioquía le hice frente en circunstancias en que su conducta fue reprensible (Gálatas 2:11). Y este no fue el primer error grave que cometió Pedro. Todos recordamos cómo negó tres veces a Cristo en el momento preciso del juicio y condenación de nuestro Señor. No quiero quitar nada de lo bueno de este gran apóstol, pero no es lógico afirmar que la infalibilidad del papa le fue transferida de un hombre que cometió errores, y que su autoridad sobre la iglesia provino de un hombre que rehusó que la gente se postrara ante él.
Puesto que la verdadera iglesia está fundada en Jesucristo, debemos encontrar una iglesia que no predique otra salvación, basada en obras y sacramentos, sino que tenga como fundamento la Santa Biblia y a Jesucristo, porque para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados (Hechos 4:12). Puesto que casi todo lo que se puede saber de Cristo se encuentra en la Biblia, no vaya a una iglesia que tiene otra clase de autoridad, sea el papa, el Libro de Mormón, el Atalaya, o aun las supuestas comunicaciones del pastor de esa iglesia con Dios. Si puede sentirse cómodo en una iglesia a la que no necesita llevar la Biblia, probablemente hay algo malo.


Artículo tomado de la Revista Chick.

¿SOBRE QUIEN ESTÁ FUNDADA LA IGLESIA?



El apóstol Pedro mismo explicó en la Biblia sobre quién se fundó la iglesia. Dijo que Jesús era la piedra fundamental: Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron y que se convirtió en piedra fundamental, y para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados (Hechos 4:11-12).
Con el fin de tener base bíblica para el papado, la Iglesia Católica Romana deja de lado numerosos pasajes como el mencionado arriba -que enseña claramente que Cristo es la cabeza y fundamento de la iglesia- y cita una parte pequeña de un pasaje del Evangelio de Mateo. No quieren darse cuenta de que, aunque la iglesia se hubiera fundado en Pedro, nada en este pasaje infiere que su posición fuera transmitida a los papas. Cito aquí ese pasaje, juntamente con algunos versículos que lo preceden y que nos ayudarán a entenderlo mejor.
Ellos dijeron: "Unos dicen que eres Juan Bautista; otros dicen que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas."
Jesús les preguntó: "¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?" Simón contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo." Jesús le respondió: "Feliz eres, Simón Bar-jona, porque no te lo enseñó la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.
Y ahora, yo te digo: Tú eres Pedro, o sea Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no la podrán vencer" (Mateo 16:14-18). En griego, el lenguaje original del Nuevo Testamento, Cristo llama "Piedra" (género masculino) a Pedro. Después dice, "sobre esta piedra" (género femenino) edificaré mi iglesia. ¿Cuál es la roca sobre la cual la iglesia es edificada? La interpretación católica común es que esa roca es Pedro, pero la diferencia de género hace que tal respuesta sea cuestionable. Luego, cinco versículos más adelante, Jesús reprocha a Pedro con tal severidad que lo llama Satanás. En el contexto mismo, entonces, es igualmente posible que la "piedra" sobre la cual está fundada la iglesia se encuentre en la declaración que hizo Pedro: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Si permitimos que otros pasajes de la Biblia, que se refieren al mismo tema, nos ayuden a decidir sobre quién está fundada la iglesia, encontramos que es Cristo. Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús (1 Corintios 3:11).
Sin duda Pedro debió haber comprendido si la iglesia estaba fundada en él o en Cristo, y escribió que era en Cristo: El dice en la Escritura: "Coloco en Sión una piedra de base, escogida y preciosa: quien cree en él no quedará defraudado." Así ustedes recibirán honor por haber creído. En cambio, para los incrédulos está escrito: "La piedra que rechazaron los constructores ha pasado a ser piedra de base"; y también: "Contra esta piedra tropezarán y contra esta roca caerán." Tropiezan en ella: esto se refiere a que no creen en la palabra; y en esto se cumple un designio de Dios (1 Pedro 2:6-8). Pedro comprendió que Cristo es la piedra angular, el fundamento de la iglesia, y en este pasaje obviamente se refiere a El.
Cristo mismo dijo: ¿No han leído el pasaje de la escritura que dice: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra principal del edificio? (Marcos 12:10). Los judíos entendieron que al decir esto, Jesús estaba declarando que era el Mesías de ellos, y puesto que no deseaban que El fuera su líder, inmediatamente trataron de matarlo y tropezaron en la piedra, tal como habían predicho las Escrituras. Más tarde lograron su objetivo, pero El resucitó de los muertos y llegó a ser la piedra sobre la cual fue fundada la iglesia. ¿Aceptará usted a Cristo como el fundamento y guía de su vida?
Retornando a Mateo 16:14-18, con este trasfondo bíblico parece claro que la piedra a la que Jesús se refirió no fue Pedro, sino su confesión: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.
Aunque esto no fuera verdad, y Pedro fuera la piedra sobre la cual se fundó la iglesia, todavía no hay razón bíblica para pensar que la autoridad de Pedro fue transmitida a otros, y que los papas son sus sucesores. Tampoco hay razón para creer que esta idea fue aceptada por la iglesia de los primeros siglos. En realidad, la idea de un "papa" se desarrolló gradualmente, y fue recién en 1870 cuando la infalibilidad del papa llegó a ser dogma. Aun entonces, dentro de la Iglesia Católica hubo una fuerte oposición a esa idea. Simplemente no hay fundamento sólido para la idea de que un hombre, aparte de Jesucristo, tenga sobre nosotros la autoridad que el papa dice tener, aunque haya buenas razones por las que él desee que lo creamos.
Asimismo resulta confuso que el papa relacione su supuesto derecho de autoridad, de infalibilidad y de hacer que otros se postren ante él, con el hecho de ser sucesor de Pedro. Este nunca declaró tales derechos. ¡Todo lo contrario! Cuando una persona intentó postrarse ante él, le dijo: Levántate, que también yo soy hombre (Hechos 10:26).
Además, Pablo consideró necesario reprender severamente a Pedro, no porque éste fuera infalible, sino porque había actuado mal. Pablo escribió: Cuando más tarde vino Cefas (Pedro) a Antioquía le hice frente en circunstancias en que su conducta fue reprensible (Gálatas 2:11). Y este no fue el primer error grave que cometió Pedro. Todos recordamos cómo negó tres veces a Cristo en el momento preciso del juicio y condenación de nuestro Señor. No quiero quitar nada de lo bueno de este gran apóstol, pero no es lógico afirmar que la infalibilidad del papa le fue transferida de un hombre que cometió errores, y que su autoridad sobre la iglesia provino de un hombre que rehusó que la gente se postrara ante él.
Puesto que la verdadera iglesia está fundada en Jesucristo, debemos encontrar una iglesia que no predique otra salvación, basada en obras y sacramentos, sino que tenga como fundamento la Santa Biblia y a Jesucristo, porque para los hombres de toda la tierra no hay otro Nombre por el que podamos ser salvados (Hechos 4:12). Puesto que casi todo lo que se puede saber de Cristo se encuentra en la Biblia, no vaya a una iglesia que tiene otra clase de autoridad, sea el papa, el Libro de Mormón, el Atalaya, o aun las supuestas comunicaciones del pastor de esa iglesia con Dios. Si puede sentirse cómodo en una iglesia a la que no necesita llevar la Biblia, probablemente hay algo malo.


Artículo tomado de la Revista Chick.

DIOS DISIPA NUESTROS ERRORES Y CALMA NUESTRO CORAZÓN


 En un mundo lleno de miedos, conflictos y desesperación, debemos recordar que Jesús vino para ser el Príncipe de Paz (Isaías 9:6). Desesperadamente, necesitamos diariamente su paz. En la medida en que lo miremos, Él disipará nuestros temores y calmará nuestro corazón. El escritor F. B. Meyer escribió: Dios encarnado pone fin al temor. Cristo recordemos que nos dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. (Jn. 14:27)